emociónate

es un espacio en dónde todas las emociones son válidas y valiosas. Solo es cuestión de entenderlas, aceptarlas y saber manejarlas. Existen diferentes opciones, juntos podremos descubrir la indicada para ti.

holaaa!!!
YO SOY LORE

Psicóloga por profesión y vocación, trabajando con niños y adolescentes desde hace 10 años con diferentes problemáticas. Bajo un trabajo cercano, cálido y empático me gusta entender y traducir lo que está pasando; de manera que, tanto los niños como su entorno, puedan sentirse mejor y con mayores herramientas.

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YO SOY LORE

Psicóloga por profesión y vocación, trabajando con niños y adolescentes desde hace 10 años con diferentes problemáticas. Bajo un trabajo cercano, cálido y empático me gusta entender y traducir lo que está pasando; de manera que, tanto los niños como su entorno, puedan sentirse mejor y con mayores herramientas.

¿Qué servicios puedo brindarte?

¿Qué servicios
puedo brindarte?

Es importante que sepas que no solo trabajo directamente con tu hij@, también puedo trabajar con ustedes papás o bien con escuelas o grupos más grandes.

La idea principal es que exista un crecimiento no solo personal sino colectivo, para que de ese modo la convivencia diaria pueda ser más amena.

Psicoterapia emocional
para niños y adolescentes

La psicoterapia es un proceso mediante el cual se reúnen el adolescente o niño y el psicoterapeuta frente a frente, una o dos veces por semana.

 

El objetivo principal es brindarle un espacio en el cual pueda expresar y elaborar sus emociones, fantasías, temores, y/o preocupaciones. La psicoterapia es un proceso elaborativo en el cual se busca que el menor logre asimilar y enfrentar aquellas situaciones de su vida que le resultan dolorosas o displacenteras de una forma más productiva y satisfactoria.

 

Se busca que eventualmente dejen de necesitar una terapia emocional ya que han podido adquirir mejor entendimiento de sí mismo, mecanismos de defensa más adaptativos y herramientas para afrontar su día a día.

Evaluaciones psicopedagógicas​​

En una evaluación psicopedagógica se aplican pruebas específicas y estandarizadas que se utilizan para tener un diagnóstico y/o una imagen clara de lo que está pasando con el menor y de ahí poder tomar decisiones.

 

Al terminar se entrega un escrito con los resultados obtenidos de cada área evaluada: Emocional, procesos cognitivos, madurez, lenguaje, niveles de atención, concentración y memoria.

 

La duración del proceso puede variar ya que depende de la actitud del menor así como de la situación en particular. Pero en promedio, se realiza en unas 10 sesiones.

Evaluaciones psicopedagógicas​​

En una evaluación psicopedagógica se aplican pruebas específicas y estandarizadas que se utilizan para tener un diagnóstico y/o una imagen clara de lo que está pasando con el menor y de ahí poder tomar decisiones.

 

Al terminar se entrega un escrito con los resultados obtenidos de cada área evaluada: Emocional, procesos cognitivos, madurez, lenguaje, niveles de atención, concentración y memoria.

 

La duración del proceso puede variar ya que depende de la actitud del menor así como de la situación en particular. Pero en promedio, se realiza en unas 10 sesiones.

Asesorías, talleres y conferencias:

La prevención y la información oportuna son la mejor forma de evitarles sufrimiento o situaciones difíciles a nuestros hijos.

Si no sabes cómo abordar un tema o hay una situación que te preocupe, se puede trabajar a nivel grupal y por medio de dinámicas; los menores obtienen el conocimiento y herramientas necesarias para enfrentar el mundo de mejor manera.

¿QUÉ DICE la secretaria de salud, la oms
Y la unicef SOBRE SALUD MENTAL?

Recurso 81

En el mundo 1 de cada 7 jóvenes de 10 a 19 años padece algún trastorno mental.

OMS
Recurso 76

Más del 20% de los adolescentes de todo el mundo sufre trastornos mentales.

Pasa el cursor sobre las imágenes.

Presiona las imágenes.

Recurso 79

Más del 50% de trastontos mentales en la edad adulta iniciaron en la niñez y la adolescencia.

DATOS IMPORTANTES DE
la oms, la unicef Y la secretaria de salud, SOBRE SALUD MENTAL.

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Recurso 79

Más del 50% de trastontos mentales en la edad adulta iniciaron en la niñez y la adolescencia.

Recurso 81

En el mundo 1 de cada 7 jóvenes de 10 a 19 años padece algún trastorno mental.

OMS
Recurso 76

Más del 20% de los adolescentes de todo el mundo sufre trastornos mentales.

Preguntas frecuentes

no te preocupes, Es muy común tener dudas y preguntas sobre el bienestar de nuestros hijos. No olvides que lo importante es tener el deseo de mejorar. 

 

en caso de que tengas más dudas o desees una asesoría no dudes en contactarme.

Cuando las dudas aparezcan no tengas miedo en contactar primero con el pediatra de tu hijo, habla sobre lo que te preocupa, su comportamiento, sus reacciones… Hablando con él  podrás tener una opinión profesional al respecto. Puedes reunirte también con sus profesores en la escuela para saber cómo se comporta en este ambiente y tener un panorama más claro. 

 

O puedes acudir directamente a un psicólogo infantil para despejar cualquier duda y hablar sobre los problemas que te preocupan relacionados con tu hijo. El psicólogo o psicóloga infantil explorarán y evaluarán la posible problemática que presente tu hijo y te propondrán qué tipo de terapia, tratamiento o pautas educativas seguir para resolver o mejorar la situación que estáis viviendo.

Ir al psicólogo no implica que tenga que haber un problema de salud mental grave, es una ayuda para lidiar de mejor manera una situación para la cual nos hemos quedado sin herramientas o que no entendemos. 

 

Hay que buscar ayuda cuando aparece de manera prolongada alguna preocupación sobre si lo que le ocurre a tu hijo es normal o no, si se trata de una simple fase de su desarrollo o por el contrario hay algo que está interfiriendo en él.

 

Existen determinadas señales que nos indican que nuestro hijo o hija necesita ayuda, nuestra labor como padres es proporcionarles y buscar el profesional más adecuado. En ocasiones no es suficiente con el amor que les podemos ofrecer y hay que acudir a un profesional que nos oriente.

Este tipo de evaluación se sugiere cuando se detectan en el niño conductas, actitudes o estados de ánimo que no corresponden a lo esperado para su edad ni para su nivel de desarrollo psicológico. O bien, cuando dichas conductas afectan considerablemente su desempeño en el ámbito social, familiar o académico. 

 

A través de una evaluación se puede diseñar un plan de trabajo específico para cada caso con el tratamiento correspondiente y adecuado para estimular las áreas disminuidas y alcanzar el nivel óptimo para cada paciente. Es como si pudiéramos tener una radiografía de nuestros hijos para entenderlos mejor y saber qué hay que hacer.

 

Específicamente en la adolescencia, durante la evaluación es importante diferenciar si el comportamiento del joven obedece a una crisis de adolescencia normal o si es una alteración en el desarrollo de su personalidad. 

¡Claro! Cuando trabajamos con algo tan complejo como los seres humanos, a veces es necesario más de un especialista. El trabajo en equipo entre casa-escuela-terapia es  fundamental; pero dependiendo de cada caso, el proceso terapéutico emocional puede necesitar de otros enfoques como terapias de lenguaje, sensoriales o de aprendizaje. Asimismo, consultas  con un neuropediatra, paidopsiquiatra, nutriólogo, psicopedagogo, entre otros.

Lo primero es hacer una entrevista con padres de familia en donde se explora la historia personal, familiar, escolar y de desarrollo, además de comprender el motivo de consulta. Posteriormente, se acuerda un horario (Una o dos veces a la semana) en el cuál se llevarán a cabo las sesiones con el menor. En caso de ser necesario y con previa autorización, desde el inicio puede haber sesiones con el colegio o alguna otra parte significativa que pueda beneficiar el proceso.

De manera que la confianza pueda desplegarse, así como el apropiamiento del espacio terapéutico, no se comparte exactamente la información que se trabaja en las sesiones. Sin embargo, aproximadamente cada dos meses, se hace una reunión con padres de familia para discutir los avances terapéuticos así como recomendaciones para beneficio del niño o adolescente. De la misma forma, es el momento para comentar las nuevas situaciones que hayan podido ocurrir y así guiar el tratamiento de una mejor manera.

La confidencialidad es la obligación legal que tiene el psicólogo a la hora de mantener en secreto la información que recibe de sus pacientes, para así preservar la intimidad de la persona y garantizar su confianza. Sin embargo, éste se rompe cuando amenaza contra la seguridad e integridad del paciente mismo o de alguien más.

Aunque pueden ser muy variados, estos son algunos:

 

  • Dificultades de vinculación social y familiar
  • Rivalidad entre hermanos
  • Cambios de residencia, país o colegio
  • Timidez e inhibición social
  • Problemas de conducta, falta de límites, impulsividad y agresividad
  • Depresión y retraimiento
  • Trastornos del sueño
  • Trastornos de la alimentación 
  • Conductas de autolesión
  • Efectos por divorcio
  • Duelos y pérdidas significativas
  • Miedos y fobias
  • Trastornos de ansiedad 
  • Enuresis y encopresis
  • Traumas 
  • Inseguridad y falta de confianza
  • Gestión emocional

Es difícil contestar esa pregunta porque depende de cada problemática y de cada individuo, hay procesos que toman su tiempo y que no se pueden acelerar, sin embargo, tener una intervención temprana y oportuna evita que la situación empeore o sea más difícil de manejar. Lo ideal es que haya juntas periódicas entre padres-terapeuta-escuela para hablar de los avances que ha habido y en conjunto, tomar decisiones sobre el rumbo del tratamiento.  

El motivo principal se centra en  guiar a los padres en temas de crianza y dificultades que puedan tener con sus hijos.

 

Puede ser que de ésta se derive a otro servicio o asesoría, dependiendo del caso.

Se puede diseñar acorde a las necesidades solicitadas, sin embargo, aquí hay algunos ejemplos:

 

  • Prevención de abuso sexual
  • Manejo de emociones 
  • Habilidades sociales
  • Sexualidad adolescente
  • Autoestima

Son talleres y ponencias hechas a la medida según la necesidad de cada escuela, estos pueden ser por mencionar algunas:

 

  • Capacitaciones a maestros,
  • Talleres emocionales para los niños y
  • Conferencias para padres de familia.

Preguntas

frecuentes

no te preocupes, Es muy común tener dudas y preguntas sobre el bienestar de nuestros hijos. No olvides que lo importante es tener el deseo de mejorar.

Cuando las dudas aparezcan no tengas miedo en contactar primero con el pediatra de tu hijo, habla sobre lo que te preocupa, su comportamiento, sus reacciones… Hablando con él  podrás tener una opinión profesional al respecto. Puedes reunirte también con sus profesores en la escuela para saber cómo se comporta en este ambiente y tener un panorama más claro. 

 

O puedes acudir directamente a un psicólogo infantil para despejar cualquier duda y hablar sobre los problemas que te preocupan relacionados con tu hijo. El psicólogo o psicóloga infantil explorarán y evaluarán la posible problemática que presente tu hijo y te propondrán qué tipo de terapia, tratamiento o pautas educativas seguir para resolver o mejorar la situación que estáis viviendo.

Ir al psicólogo no implica que tenga que haber un problema de salud mental grave, es una ayuda para lidiar de mejor manera una situación para la cual nos hemos quedado sin herramientas o que no entendemos. 

 

Hay que buscar ayuda cuando aparece de manera prolongada alguna preocupación sobre si lo que le ocurre a tu hijo es normal o no, si se trata de una simple fase de su desarrollo o por el contrario hay algo que está interfiriendo en él.

 

Existen determinadas señales que nos indican que nuestro hijo o hija necesita ayuda, nuestra labor como padres es proporcionarles y buscar el profesional más adecuado. En ocasiones no es suficiente con el amor que les podemos ofrecer y hay que acudir a un profesional que nos oriente.

Este tipo de evaluación se sugiere cuando se detectan en el niño conductas, actitudes o estados de ánimo que no corresponden a lo esperado para su edad ni para su nivel de desarrollo psicológico. O bien, cuando dichas conductas afectan considerablemente su desempeño en el ámbito social, familiar o académico. 

 

A través de una evaluación se puede diseñar un plan de trabajo específico para cada caso con el tratamiento correspondiente y adecuado para estimular las áreas disminuidas y alcanzar el nivel óptimo para cada paciente. Es como si pudiéramos tener una radiografía de nuestros hijos para entenderlos mejor y saber qué hay que hacer.

 

Específicamente en la adolescencia, durante la evaluación es importante diferenciar si el comportamiento del joven obedece a una crisis de adolescencia normal o si es una alteración en el desarrollo de su personalidad. 

¡Claro! Cuando trabajamos con algo tan complejo como los seres humanos, a veces es necesario más de un especialista. El trabajo en equipo entre casa-escuela-terapia es  fundamental; pero dependiendo de cada caso, el proceso terapéutico emocional puede necesitar de otros enfoques como terapias de lenguaje, sensoriales o de aprendizaje. Asimismo, consultas  con un neuropediatra, paidopsiquiatra, nutriólogo, psicopedagogo, entre otros.

Lo primero es hacer una entrevista con padres de familia en donde se explora la historia personal, familiar, escolar y de desarrollo, además de comprender el motivo de consulta. Posteriormente, se acuerda un horario (Una o dos veces a la semana) en el cuál se llevarán a cabo las sesiones con el menor. En caso de ser necesario y con previa autorización, desde el inicio puede haber sesiones con el colegio o alguna otra parte significativa que pueda beneficiar el proceso.

De manera que la confianza pueda desplegarse, así como el apropiamiento del espacio terapéutico, no se comparte exactamente la información que se trabaja en las sesiones. Sin embargo, aproximadamente cada dos meses, se hace una reunión con padres de familia para discutir los avances terapéuticos así como recomendaciones para beneficio del niño o adolescente. De la misma forma, es el momento para comentar las nuevas situaciones que hayan podido ocurrir y así guiar el tratamiento de una mejor manera.

La confidencialidad es la obligación legal que tiene el psicólogo a la hora de mantener en secreto la información que recibe de sus pacientes, para así preservar la intimidad de la persona y garantizar su confianza. Sin embargo, éste se rompe cuando amenaza contra la seguridad e integridad del paciente mismo o de alguien más.

Aunque pueden ser muy variados, estos son algunos:

 

  • Dificultades de vinculación social y familiar
  • Rivalidad entre hermanos
  • Cambios de residencia, país o colegio
  • Timidez e inhibición social
  • Problemas de conducta, falta de límites, impulsividad y agresividad
  • Depresión y retraimiento
  • Trastornos del sueño
  • Trastornos de la alimentación 
  • Conductas de autolesión
  • Efectos por divorcio
  • Duelos y pérdidas significativas
  • Miedos y fobias
  • Trastornos de ansiedad 
  • Enuresis y encopresis
  • Traumas 
  • Inseguridad y falta de confianza
  • Gestión emocional

Es difícil contestar esa pregunta porque depende de cada problemática y de cada individuo, hay procesos que toman su tiempo y que no se pueden acelerar, sin embargo, tener una intervención temprana y oportuna evita que la situación empeore o sea más difícil de manejar. Lo ideal es que haya juntas periódicas entre padres-terapeuta-escuela para hablar de los avances que ha habido y en conjunto, tomar decisiones sobre el rumbo del tratamiento.  

El motivo principal se centra en  guiar a los padres en temas de crianza y dificultades que puedan tener con sus hijos.

 

Puede ser que de ésta se derive a otro servicio o asesoría, dependiendo del caso.

Se puede diseñar acorde a las necesidades solicitadas, sin embargo, aquí hay algunos ejemplos:

 

  • Prevención de abuso sexual
  • Manejo de emociones 
  • Habilidades sociales
  • Sexualidad adolescente
  • Autoestima

Son talleres y ponencias hechas a la medida según la necesidad de cada escuela, estos pueden ser por mencionar algunas:

 

  • Capacitaciones a maestros,
  • Talleres emocionales para los niños y
  • Conferencias para padres de familia.

en caso de que tengas más dudas o desees una asesoría no dudes en contactarme.

psic. lorena sordo guevara

+52 1 55 1295 8443

lore@emocionate.com.mx

Circuito Educadores 18A, Ciudad Satélite.

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